Los conflictos son inherentes al ser humano, se presentan en todos los ámbitos de la vida de una persona, familiar, trabajo, y por supuesto los círculos académicos no son ajenos a ellos.
Un conflicto es una situación en que las partes involucradas se encuentran en desacuerdo, se enfrentan u ocurre una disputa por un hecho en concreto.
En un entorno escolar, los conflictos surgen por múltiples causas, teniendo a su vez, distintos grados de presentación, desde pequeños conflictos verbales hasta llegar a presentarse violencia física, conductas disruptivas y aislamiento social. Dentro de los cuales hay variedad de actores, desde los estudiantes (en su gran mayoría los iniciantes de algún conflicto), los docentes, el personal administrativo, llegando hasta los padres.
“El conflicto es inevitable en los grupos humanos y los intentos de evadirlos han tenido efectos contrarios, agravándose. Los conflictos escolares no son una excepción. Dichos conflictos poseen un potencial constructivo y destructivo, en dependencia de la manera de enfrentarlos y resolverlos constructivamente. Es verdad que a menudo el conflicto crea tensión, ansiedad y molestia, pero como el enfado, estos sentimientos en sí mismo no son siempre malos” (Revista REDCA junio–septiembre 2020-Conflictos escolares como factor de riesgo en el rendimiento académico y deserción escolar).
Entonces, ¿tienen los conflictos escolares alguna relación con el rendimiento y la calidad de educación que reciben los alumnos?
Para responder a esta cuestionante, pensemos en lo siguiente: cuando tenemos algún inconveniente, un conflicto, dependiendo de la gravedad, tendemos a estresarnos y darle vueltas al asunto en nuestra cabeza. Muchas veces interfieren con nuestro ciclo normal de sueño y andamos luego cansados e irritables. Y estos solo tienden a ser algunos de los síntomas, ya que cada persona tiene reacciones diferentes al enfrentarse a ciertas situaciones.
Teniendo este punto en cuenta podemos responder a la primera parte de esta pregunta “Los conflictos y el rendimiento académico”.
En el entorno escolar los conflictos interfieren significativamente en el rendimiento académico que pueden mostrar los alumnos. Estos afectan toda un área cuando se generan y dependiendo de su complejidad o no crean estrés y ansiedad en los estudiantes, padres y personal del centro.
Estos estados emocionales que se encuentran desorganizados disminuyen la concentración de los involucrados mermando la capacidad de aprendizaje de los estudiantes. Si los conflictos se vuelven constantes entonces pueden hacer que los alumnos pierdan la motivación y el interés por las clases y actividades. Viendo significativamente disminuido su rendimiento en el entorno escolar.
Si seguimos analizando desde este enfoque podremos percatarnos que la calidad educativa por consiguiente se verá perjudicada, después de todo, en un ambiente conflictivo, hostil y tenso, quien tiene tiempo para entender por qué la manzana fue tan importante para Newton.
En este proceso el psicólogo escolar es propicio, pues su papel es fundamental para la identificación, manejo y prevención de conductas y resolución de conflictos. Aunque claramente no es el único agente que interviene durante la ejecución de este proceso, pues existen más actores involucrados, como es el caso del equipo de gestión, los maestros, familia, orientadores escolares y por supuesto que los mismos estudiantes.
Cada uno de estos agentes es crucial para un correcto manejo y prevención de conflictos en los centros educativos. El equipo de gestión, por ejemplo, se encarga de promover reglas y normas para una convivencia armoniosa y adecuada, además de que debe velar por que sus profesores siempre están a la vanguardia en las técnicas y prácticas para manejar conflictos y como no, siempre deben mantener el contacto con los padres para abordar adecuadamente los inconvenientes que puedan surgir.
Los maestros son los primeros detectores de señales de conflictos en las aulas, además de los mediadores inmediatos ante situaciones imprevistas, estos siempre deben fomentar la creación de un ambiente positivo, armonioso, basado en el respeto y la enseñanza mutua.
Las familias, son la primera red de apoyo emocional y de enseñanza de valores, aspectos fundamentales para que los jóvenes sean capaces de afrontar de manera constructiva y proactiva los desafíos y situaciones de conflictos que se van presentando. Los estudiantes por su parte son los principales protagonistas en la resolución de conflictos. Con enseñanzas y prácticas en la resolución pacífica y constructiva, los jóvenes pueden ampliar sus conocimientos y trabajar en la mejora de habilidades sociales.
Cómo podemos identificar, los conflictos escolares trabajados con las estrategias adecuadas para su prevención y su manejo luego de su existencia, es elemental para todo centro educativo y su comunidad, y esto se logra con una integración de todas las áreas anteriormente mencionadas, cada una ejecutando con profesionalismo sus funciones y colaborando estrechamente para la creación de un ambiente escolar positivo y seguro. Actualizando constantemente su banco de estrategias y herramientas para el abordaje de los desafíos de la convivencia escolar.
Autora: Luz Alba Parra
21-EPSS-5-001
REFERENCIAS
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